SUEÑO CON DIOSES de Índice
Mira lo alto que está el cielo de mi cabeza.
A veces y solo a veces, pienso que consigo ver
al dios que esconden sus nubes. Y le hablo.
Lentamente a mis espaldas se está muriendo el cielo
mientras al otro lado de la cama, le lloran las estrellas y la luna,
hundidos en la misma sinfonía de lágrimas.
Imagínate quién pintó el límite entre el cielo
y el infierno. Por qué le sigo hablando al mismo dios;
a veces ángel a veces demonio.
Tengo cicatrices que fui ganando con el tiempo.
A veces pienso que es mi fantasma quien está llorando
desde el otro lado del espejo; preguntándome lo mismo.
-¿Este dios sigue allí, tranquilo en su quietud?
Cuando hablan los ángeles entre ellos. Yo les miro;
busco entre los movimientos de sus labios. Algo
que les delate. Lo que mejor explique; por qué solo ellos.
Aún la noche no consigue sacarle su traje de luto.
Y el cielo que está tan lejos sigue haciendo su brujería:
Convirtiendo a un mortal en dios.
al dios que esconden sus nubes. Y le hablo.
Lentamente a mis espaldas se está muriendo el cielo
mientras al otro lado de la cama, le lloran las estrellas y la luna,
hundidos en la misma sinfonía de lágrimas.
Imagínate quién pintó el límite entre el cielo
y el infierno. Por qué le sigo hablando al mismo dios;
a veces ángel a veces demonio.
Tengo cicatrices que fui ganando con el tiempo.
A veces pienso que es mi fantasma quien está llorando
desde el otro lado del espejo; preguntándome lo mismo.
-¿Este dios sigue allí, tranquilo en su quietud?
Cuando hablan los ángeles entre ellos. Yo les miro;
busco entre los movimientos de sus labios. Algo
que les delate. Lo que mejor explique; por qué solo ellos.
Aún la noche no consigue sacarle su traje de luto.
Y el cielo que está tan lejos sigue haciendo su brujería:
Convirtiendo a un mortal en dios.
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