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Mostrando entradas de octubre, 2023

LA MIRADA FIJA por Sangale

Como en una tarde, cuando te pones a mirar al borde de la orilla del inmenso mar, contemplando fijamente la cuesta del sol e imaginar por momentos un mundo sin color. Como aquellas parejas que intentan hechizarse, mirándose fijamente sin ganas de marcharse, sus miradas hundiéndose en un colosal abismo, las pupilas reflejando un poderoso espejismo. Como una mirada frustrante e inquietante, de aquellas que todo lo refleja y todo dice. Aquella mirada fija que te dice "te quiero", aquella que refleja un amor inquebrante como el acero. La mirada triste tras la ausencia de un ser querido, la idea de observar contundentemente que se haya ido, no hace falta demostrarlo con acciones, la mirada refleja los deseos de nuestros corazones. La mirada fija en una meta a alcanzar, luchando día a día para poder progresar, con deseos y anhelos que a veces desaparecen, pero ahí está nuestra mirada, siempre al frente. Pupilas que desatan olas de lágrimas tras recibir un resultado no esperado. La ...

Perdóname por Ipo Raso

          Si no sé expresar lo mucho que te quiero, perdóname Si sale el sol después la noche más oscura, no sonrío al verte Y no respondo al escuchar tu voz, te pido que me perdones. Perdóname si no se decirte “gracias” por el cariño que me das, Por saber que estás ahí a pesar que yo sea un desastre Por tener   tantas cosas que contarte y quedarme callada, perdóname. Late contento mi corazón por el calor que tú me brindas, Tu amor es incomparable y tú eres especial, Tus brazos son mi lugar preferido y jamás lo cambiaría En este mundo cruel y seco eres la calma que lo moja Y por no agradecer tu compañía y decirte “te quiero” Perdóname dulce y encantadora madre mía.    Perdóname… Ipo Raso

El poemario de un psicópata por Mi propio mundo

I Todos somos escritores. Todos hemos sentido que las palabras no le hacían justicia a alguien que, desde el primer día que le vimos, nos enamoró,                                        —y por eso escribimos. Todos somos poetas…, hemos compuesto  ésta poesía perfecta…, que sin ser nada,                                                        lo era todo;  que sin decir nada, lo decía todo. Y queriendo hacer algo más, le hemos agobiado,                      desesperando su corazón,  con constantes notas de lo mismo,                                          —un...

DÍAS EN LA ALDEA por CARLOS BOLETE LOBETE.

En una tarde veraniega, con todo su aroma a pueblo, a su hogar un dueño llega, con semblante color diablo.   Llega el hombre fatigado de su habitual rutina, esperando hallar bocado y dar reposo a su retina.   No está servido el manjar y patean con furia los intestinos. Anhela tanto el paladar, cerrar la boca a los gusanos.   Aguardaban con impaciencia, en el suelo los vástagos, hambrientos en la cocina, tristes presos de las ansias. La amada y la vecina van de tragos a estragos.     El hombre sale con furia, la billetera llevándose a un bar, a carburarse, para así enfriar su rabia.   Empinó el codo sin freno vacilando la gravedad. Embriaguez y desenfreno. Fantasía y oscuridad.   Regresó, pues ebrio y frío, en compañía de fatiga y licor, sujeto a un monedero vacío, héroe de la noche y el dolor.   Bajo la negra tela del terror, el pobre llegó a rastras. y empapado de mucho...

TRISTE ILUSIÓN por Grachy

 La oscuridad que cae nos envuelve en una manta negra, la misma manta que ciega mis ojos a la realidad. Tú, tan impasible al rozar de la oscuridad, la negrura que emana tu piel se confunde en el ambiente y se evapora. Mi amor, eres quieta de mirada y sonrisa dulce, la sonrisa que hace iluminar los astros de mis ojos mientras nado en el mar de tu oscura mirada. Eres divina como es divino quien te creó, siempre sencillamente tú, si disfraces ni hipocresías, me caigo maravillado ante la transparencia de tu alma. Te quiero en el silencio de mis días, sentimiento desgarrador que consume mi   vida, y te sigo queriendo aunque no seas mía. Cuando la luna se esconde y las estrellas apagan su resplandor, cuando los grillos dejan de cantar y se nublan los colores de las flores, allí te confieso mi amor y mi dulce sentimiento, te susurro un te amo que queda atrapado en mi boca. La verdad que sé se me esfuma del alma, se desvanece ante mis ojos y el cielo llora, llora la vida, llor...

ERES por H

    Impactante tal vez sea la palabra que te defina porque basta con mirarte fijamente a los ojos para entender, que sólo ante ti mi mala suerte termina.   No basta con esforzarse para ver en ti lo que todos miran pero no sienten ni entienden, se trata de la conexión entre dos almas apagadas que sin corriente se encienden.   Eres esa parte del mundo que se necesita para lograr que pase aquel milagro que todo el mundo espera que se repita, porque en un mundo donde los corazones hablan, sin vergüenza alguna mi cuerpo reconoce que ante el tuyo palpita.   ERES      -H                                    

Que la libertad me rapte por @Demarhy (POESIA LIBRE... LA OTRA VOZ)

Desearía que la libertad me tomara de la cintura y susurrara en mi oído todas sus travesuras Desearía que un día me rapte, y me lleve lejos aun sin comprar billetes. Desearía que la libertad me bese, ponga su aliento en mí y me haga volar por los aires. Desearía que la libertad pudiera al fin atraparme y que tape todos los caminos a mis escapes virtuales. Desearía que la libertad engañara a mi rutinaria cordura que un día de disfraces yo me escape a un cenjubos donde todo es locura pasear por el parque de diversiones subir a subi-baja tirarme por un tobogán a las arenas de la irracionalidad … Que la libertad me rapte por ( POESIA LIBRE... LA OTRA VOZ)                 @Demarhy

Mañanas en mi selva por Óscar Ebang.

Despiérteme de nuevo panadero, despiérteme, si ves que sólo no puedo.   No te olvides de mi sendero rojizo cuando con el aúpa de tu silbido, tengas que anunciar temprano el nacimiento del sol vespertino.   Llegará el pan de cada día en tu carretilla plana y humilde, Mas, después de dormirse la tarde, te agradeceré por ahuyentar mi hambruna.   Despiérteme madre, al salir de la farmacia lamentando en la sombra de mi ventana, la gravedad de quien se llevó la ambulancia.   Sonarán entre los árboles de mi selva, las campanadas "franciscanas" anunciando la misa de las seis, mientras todos al Rio Nkam nos iremos, a preparar la clase del día.   Nunca te diste cuenta, de que cada vez que la mirada me deleitabas, era poesía lo que nacía, en cada una de aquellas mañanas.                          ...

Pasado por Teresa Casandra

Hola querido pasado, Mi hoy sigue oscuro Sigue triste y manchado Y seguro no es mejor el futuro.   No te preocupes querido También me hirió mi amado Ése que dijo quererme Aquél que logró enamorarme.   Sólo lloro mi presente Que amigo, es ausente Pues muero cada día Abrigada por la fría agonía.   ¡Ay! pasado, es la vida Una causa perdida Que vivo sin vivir Condenada a sentir.   Pasado Teresa Casandra

Suspiro por Cheli.

  Un suspiro ¿qué es? Una porción de aire que inhalamos y expulsamos cuando nada está bien, Cuando nada tiene sentido. Expresamos lo que por dentro nos atormenta, Lo que por dentro nos hierre, lo que por dentro a veces nos hace feliz. Mi corazón llora, se lamenta Y me pregunto a cada segundo ¿por qué? ¿Por qué la   vida parece un sin sentido?, ¿Por qué están lejos de la gente que amo? ¿Por qué estoy lejos de alcanzar mis sueños? ¿Por qué vivo lejos de ti? !eso si existes! Mi corazón sufre mi alma derrama lágrimas de dolor y con un suspiro quiero expresarlo todo, con un suspiro quiero decirte “TE EXTRAÑO”   Suspiro Cheli

Mi verdad, Santy 19

No fue fácil mi recorrido hacia los veinte, Mi sangre, de un pueblo perdido de Guinea. De una familia humilde y una historia triste, Sobre viví al dolor, aquella vida gorronea. A veces duele hacer poesía, escribir sobre mi vida, Duele sacar cada gota de sudor tras mi pupila. Duele llorar, añorar mi felicidad fallida, Fue el diecinueve de mayo, una noche tranquila. Era un inocente que no cesaba de llorar, No podía definir el dolor ni la muerte. Todo cambio a los cuatro, cuando vi a mi padre zarpar, Tuve que memorizar el dolor, aprendí hacerme fuerte. Crecí como si cada día fuese el último, De pre-escolar a primaria, de la mano de mi madre. Alimentándose de lo que nos ofrecía la naturaleza, Es duro y triste vivir solo con uno de tus padres. No quiero ocultar mis lágrimas en esa poesía, Acordándose de aquellos días que lloraba mamá. Lloraba por no poder darnos el pan cada día, De amanecer en la cama sin ningún solo programa. Fingía entre amigos como si todo iba bien, Cuando en casa pasan ...

Mariposas, de Sir Manoiká

I Tú, pequeñita de sonrisa fina y dorada, sin padre alguno que te diga ‘mi princesa’, sin una madre que te abrace con amor y te guíe, viniste al mundo y sola has crecido. Cuánto dolor guarda tu ignorancia. II Tú, que en jovencita te has convertido con la atención de los ojos de todos los que te rodean, pocos te vieron cuando fuiste ‘un capullo’, cuando volabas sin rumbo, a todas partes, con la soledad de compañía y la precaución como maestra —apenas has vivido pero has visto mucho. III Vas de flor en flor y caprichosa, dejas tu marca en los pétalos que tocas, aparentemente abierta, lo que es malo para quien no sabe interpretarte. Tu vida enlazada a otras vidas, sonríes. Te gusta. Avanzas con cautela, si fallas, ¡ay de ti! IV Te vieron y quisieron atraparte, pero tú revoltosa rechazaste la ciudad, elegiste el campo. Otras como tú de par en par sobre trigales, cuando la brisa se pasea al caer el sol. 35 V Tuvida era magnífica, digna de envidiarse pero elegiste otras realidades (menos dul...

Orgullo negro, de Homero

Otro día más que despierto y me siento completamente feliz. Otra mañana de sol infernal en que reluzco bajo el firmamento, en que brillo entre los focos. El día que lo descubrí, el calor sofocaba y la brisa me acariciaba el cuerpo hasta el punto de hacerme sentir más feliz que un magnate en su butaca, fumando un puro, y comiendo no sé cuántas cosas más. Entonces me di cuenta: soy negro. Soy perfectamente negro. Soy negro y por eso reflejo la luz, puedo dejarme ver. No soy oscuro. Las cosas oscuras son las que no pueden dejarse ver. Esa mañana, al darme cuenta de que era espléndidamente visible bajo la luz del sol, dije “¡Wau, se me puede ver a perfección!” Entonces me acerqué a la multitud, me acerqué para confirmar mi descubrimiento. Todos me tocaban, pero mi piel no les manchaba los dedos. Vi que podía corretear de la emoción y mi cara seguía intacta, sin líneas verdes. Aquello que sentía era tan fuerte, que me caí. El golpe me dolió. Mi piel, sin embargo, era la misma de siempre, gr...

Carta n19 / Bufet libre, de Junior Abe

Se nota su existencia, más cuando se va que si se queda. El frío de su músculo cardiovascular contrarresta el calor ecuatorial de Malabo —«Ciudad capital de todos»—. Sigue ahí, mira sólo lo que quiere, repudia los detalles ajenos a su sombra quieta mientras él se mueve. Desde lo alto de su árbol de bollos en la tierra de jauja para carnívoros, observa; se queda quieto mientras espera, su apetito antropófago perdura mientras se afila los dientes de comer con el cuerpo de sus uñas. Es diciembre, queda abierta la temporada de caza, y los demás cazadores con traje se lo quitan ansiosos; quieren disfrutar la purga anual. El ruido de la metamorfosis de sus cuernos inunda mi asombro y recuerda el asunto entre los no muertos y los vivos que la tierra suya lleva digiriendo desde los años pasados. Tragan la misma carne que los forma, cubiertas las ansias del Botuku de enseñar quién manda. Carta n19 / Bufet libre Junior Abe

Países, de Stan

Mi bandera está cosida por miles de mentiras cada una enhebrada de un modo distinto. Mi lema es el de aquel que sueña con ser vecino de tu patria e ilegalmente cruzar tu frontera. Por cortesía del odio a veces somos países y yo caigo absorto, me entierran en esta tierra que no fue mía sino de aquellos que pensaron en cuidarla para edificar en ella un mundo diferente. Junto con los míos, dicho así para ocultar nuestro origen, vamos siempre de negro ya preparados para la ocasión: somos más que conscientes de que en esta tierra siempre habrá un entierro. Vamos con aire de acompañar al muerto, envueltos en deseos que jamás serán nuestros del todo, pero que sí, junto con él, serán enterrados. Quizás no te des cuenta pero no somos países por gusto sino por lo injusto que sería ser residentes de la misma casa y tener que preguntarnos cada día si el mundo estuviese mejor si tan sólo a veces fuéramos países. Países  Stan

Time, de Elá Micó

Siempre ha estado aquí, desde antes de nuestra existencia Gatea junto al aburrimiento Anda al lado de la monotonía Corre con la diversión Hace lo que quiere Se larga y no vuelve Testigo de todo, cómplice de nada Impalpable pero notable Nos cambia Nos transforma Nos erosiona Nos revoluciona Nos presiona Borra nuestros nombres Es inmune al hombre pero el hombre está atado a él Nos diluye lentamente A él nadie le miente Vivimos de él pendientes Destapa verdades Revela respuestas Trae soluciones Impacienta esperas e ilusiones Rompe corazones y esperanzas a montones, pero incluso después de nuestra existencia él seguirá donde está, ejercitando su paciencia eterna. Time.   Elá Micó

Razones para escribir, de Dulcinea

Escribo lo que veo, lo que siento, lo que pienso. Escribo lo que oigo, lo que dicen, lo que callan. Escribo las verdades y mentiras que se ocultan por miedo, por temor, o por simple cobardía. Escribo mis anhelos, tus anhelos, los de aquellos… Escribo los secretos de los sueños más profundos. Me dejo llevar por la voz de mis letras, mi corazón con mi mente conecta, y escribo tanto penas como amores y alegrías. Relato historias que no se escuchan ni se escucharán sobre la tierra. Escribo lo que me pasa y lo que le pasa a cualquiera, trato de lo mío y lo que está más allá de las fronteras. Escribo callada o hablando en lo más profundo de mi ser. Escribo porque sólo así puedo hablar sin palabras y puedo hablar por esos que su voz apagan. Escribo porque así encuentro la calma y puedo pintar el mundo a mi manera. Escribo porque es un regalo de la naturaleza y porque en la poesía hay vida y esperanza. Razones para escribir. Dulcinea

Así la vida enseña, de El C

Recuerdas cuando estabas todavía en primaria y venía una buena señora, te hablaba de la vida pero todo pintado de rosa, sin subidas o bajadas. Te lo creías sin más, pero la realidad es otra. Con tantos flechazos que recibes a diario, con cada desafío, sin previo aviso, la vida te enseña como ninguna señora a través de cada lágrima en tu cara, con cada sudor derramado como lluvia en el suelo, con el vientre vacío anhelando un bocadillo, con los bolsillos repletos de ningún solo duro, con las flechas al corazón lanzadas por tus amigos, así es como la vida enseña. Así la vida enseña. El C

LO QUE NUNCA SE DIRÁ de Índice

No les digas si te preguntan por quién escribe este texto. Diles que el viento al no poder quedarse mudo escribe sobre papel mojado, que el corazón cansado de gritar ha resurgido en forma de poema. Diles que en el cielo y en el mar hay infinitos versos que no son de nadie, que las mejores cosas se escriben a solas, y que las sonrisas no son más que estrofas de cinco versos que deambulan hacia el universo. Diles, por si luego te preguntan qué es poesía, que justo en la frontera donde acaban los recuerdos están los cien fragmentos que no olvidaremos nunca, y si por un instante al corazón (en)cabalgando ellos oyeran, entonces ya sabrían qué es poesía.  Lo que nunca se dirá  Índice

Poblados urbanos de Juliana Mbengono

Desde un sexto piso miré, en mi último suspiro antes de rendirme al sueño, Malabo alumbrada con ochenta vatios. A lo lejos, altos edificios. De cerca, imponentes mansiones. De día, chapuzas despreciables. Malabo se veía muy hermosa con su traje negro y amarrillo. La luna brillaba en lo alto pero su luz no alumbraba: las bombillas de ochenta vatios la eclipsaban sin ser luceros. Desde un sexto piso miré, y se me escapó el sueño rendido. Ahí, contemplando la isla, descubrí tras Torrejón y Móstoles viviendas familiares más hermosas. Desde el sexto piso descubrí un pequeño pueblo incrustado en la ciudad, tres chabolas entre platanares, ríos, serpientes y maleza, alumbradas con amor y hambre. El cielo se puso oscuro: la luna escondida detrás de las nubes, los niños del pueblo urbano dormían, y yo pensaba: “Qué felices viven.” Poblados urbanos Juliana Mbengono